¿Qué es la lealtad para usted?
Muchas personas confunden la lealtad con su estado emocional. Según cómo se encuentren hormonalmente son leales. La gente suele usar esta expresión: “Los quiero mucho, sabe que usted, su esposa e hijos son importantes para nosotros…”, pero después de haber dicho esto sueltan las palabras: “…pero nos vamos”, “los queremos pero….”. A lo largo de estas tres décadas hemos escuchado una y otra vez estas expresiones emocionales de confusión. La es verdad que la Biblia jamás habla que Dios nos quiere, sino que ella afirma que Dios nos ama. La persona que ama jamás te lastimará. Debes saber que entre querer y amar hay un abismo.
“En esto consiste el amor verdadero: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros y envió a su Hijo como sacrificio para quitar nuestros pecados.” (1 Juan 4:10 NTV)
¿Sabías que la lealtad está asociada a la fidelidad? Ambas caminan juntas; no existe una sin la otra. Amabas tienen una relación simbiótica; la una se alimenta de la otra.
Es bueno saber que la persona fiel jamás te dará la espalda en actitud, pensamientos, o hechos; y no permitirá que nadie hable mal en tu presencia y aún menos en tu ausencia. La persona leal jamás traspasará los principios recién enumerados.
El Señor está en busca de personas que sean fieles a Dios, a los principios divinos, a su familia, a sus pastores, a la comunidad de su iglesia, y a la visión de Dios para su casa sacerdotal. Él no hace nada por casualidad, sino por causalidad. Si estás leyendo este devocional, es porque Dios quiere que seas leal y fiel hasta el día que Él te llame a Su Presencia. La lealtad verdadera traspasa los tiempos y las distancias.
La persona leal siempre recibirá recompensa del Señor Jesús en esta vida y en la venidera.
Pero vosotros sois los que habéis permanecido conmigo en mis pruebas. 29 Yo, pues, os asigno un reino, como mi Padre me lo asignó a mí. (Lucas 22:28-29 RVR1960)
Columnas que sostienen a la persona leal:
1) La lealtad te identifica para ocupar un lugar en la casa sacerdotal, en la iglesia local.
Para que una iglesia deje huella en la ciudad donde Dios la puso, necesita de obreros fieles; leales a Dios, a su pastor y a su iglesia local. La lealtad te lleva a ejercer lealtad y transparencia con Dios, con tu pastor y comunidad.
“Ahora bien, se requiere de los administradores, que cada uno sea hallado fiel.”
(1 Corintios 4:2 RVR1960)
2) La lealtad te resguarda del espíritu de división.
10 Amados hermanos, les ruego por la autoridad de nuestro Señor Jesucristo que vivan en armonía los unos con los otros. Que no haya divisiones en la iglesia. Por el contrario, sean todos de un mismo parecer, unidos en pensamiento y propósito. 11 Pues algunos de la casa de Cloé me contaron de las peleas entre ustedes, mis amados hermanos. 12 Algunos de ustedes dicen: «Yo soy seguidor de Pablo». Otros dicen: «Yo sigo a Apolos» o «Yo sigo a Pedro», o «Yo sigo únicamente a Cristo».
13 ¿Acaso Cristo está dividido en facciones? ¿Fui yo, Pablo, crucificado por ustedes? ¿Fue alguno de ustedes bautizado en el nombre de Pablo? ¡Por supuesto que no!
(1 Corintios 1:10-13 NTV)
Muchas personas oran por los peligros que están afuera; eso es bueno, pero aquí podemos observar cómo las Escrituras nos advierten que los peligros de la división o deslealtad vienen de adentro y no de afuera. Si la iglesia, familia y equipo es como un puño cerrado, el espíritu de división jamás podrá hacer su trabajo de destrucción. La lealtad es el repelente que hace que los desleales jamás se acerquen a ti y a los tuyos.
El Apóstol Pablo nos habla de las riquezas que producen la unidad y la lealtad en Filipenses 2:2 (NTV):
Entonces, háganme verdaderamente feliz poniéndose de acuerdo de todo corazón entre ustedes, amándose unos a otros y trabajando juntos con un mismo pensamiento y un mismo propósito.
3) La lealtad te potencia para tu asignación.
En la lealtad y fidelidad se encuentra el secreto a voces en la Biblia para deshacer las obras del enemigo y potenciar al equipo de familia, iglesia, universidad y de trabajo para alcanzar la visión que me fue proporcionada por Dios.
¿Has podido lograr trabajar en equipo con tus compañeros de escuela, iglesia, etc.?
¿Tienes cosas en tu corazón que te irritan y nublan la visión?
¡Entonces arregla esa situación con suma urgencia con esa persona y con Dios! Al hacerlo encontrarás tu sanidad, liberación y bendición.
Si no logramos ser uno en el poder de la lealtad, fidelidad y unidad, no seremos más que un grupo de gente con buenas intenciones, pero no afectaremos a nadie.
Te pido que todos sean uno, así como tú y yo somos uno, es decir, como tú estás en mí, Padre, y yo estoy en ti. Y que ellos estén en nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste. (Juan 17:21 NTV)
4) La lealtad nos abrirá las puertas de la eternidad.
Debemos tener grabado en nuestro corazón que los obreros fieles seremos testigos del poder de Dios aquí y ahora y también en la eternidad. El mantenernos leales a Cristo Jesús hará que toda nuestra casa sea salva.
“Ellos le contestaron:
—Cree en el Señor Jesús y serás salvo, junto con todos los de tu casa”.
(Hechos 16:31 NTV)
Qué poderosa es la lealtad del Señor, ¿verdad mis amigos y hermanos? Pero Dios nos enseña que aún hay más. La recompensa será aún mayor. Dios nos galardonará o premiará aquí en la tierra y en el cielo. Gocémonos con lo que nos dice la Palabra de Dios en Mateo 25:21 (NTV):
“El amo lo llenó de elogios. “Bien hecho, mi buen siervo fiel. Has sido fiel en administrar esta pequeña cantidad, así que ahora te daré muchas más responsabilidades. ¡Ven a celebrar conmigo!”
Mis amados, hagámonos una evaluación personal: Del 1 al 10, ¿cómo está tu lealtad y fidelidad al Señor, tu familia e iglesia?
ORACIÓN: Oro al Señor para que todas las cosas que nos hacen sobre peso sean quitadas para que no interrumpan nuestro peregrinaje ni nos hagan quedar a mitad de camino. Reprendo todo legado de deslealtad que hayas recibido en tu vida como herencia espiritual, corporal y emocional en el Nombre de Jesucristo. Establezco sobre tu vida, familia, proyectos, y ministerio el poder de la Persona del Espíritu Santo para ser libre, feliz, prospero, y bendecido en todas las áreas de tu vida; potenciándote para alcanzar, liberar, restaurar, sanar, y direccionar las almas que están a tu alrededor. Te bendigo en el cuerpo, alma y espíritu en Cristo Jesús, creyendo que cosas buenas vienen para todos los que toman está palabra, amén, amén y amén.
~Pastor Darío E. Ojeda